Fragmento N°2

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Fue una ironía del destino, todas las naciones que tenían motivos para descargar un mosquete en el cráneo de Felipe, se habían reunido en su barco. Lamentaba la fama de corsario que bien se había ganado tan rápido en esas aguas, jamás pensó que podía llamar de manera tan notoria la atención de la armada española. No es que no les generara un daño atacando a las naves mercantes que arribaban a esos mares, pero entre tantos navíos con bandera inglesa y francesa, jamás pensó que iba a llamar la atención su pequeño galeón de corso, al cual los marineros apodaban “El Retiro” refiriéndose a que este iba a ser su último lugar sobre la tierra, o bien sobre el mar.

Pero eso ya formaba parte de su pasado, debía guiar a sus hombres fuera de esas aguas, y pronto. Dos bergantines le habían cerrado el paso al recodo que permitía acceder al páramo, e intentando dar un rodeo, pudo divisar una pequeña fragata en el horizonte que rápidamente se volvió a perder entre la delgada y confusa línea que forma el cielo y el mar.

Sus sospechas tenían fundamento, por dentro meditaba: “¿Qué harías Greg, si fueses el todopoderoso almirante a cargo de la gran flota del caribe?, Y un pequeño galeón corsario fuese como una espina en la garganta para ti, tan pequeño, pero tan doloroso y molesto”. Negó suavemente con la cabeza, y en voz suave sin que nadie a su alrededor pudiese escuchar, musitó: — Los empujaría al Atlántico, donde la flota de la corona es más grande, está mejor preparada, y más habituada a beligerar. —

Volvió a negar, y completó: — Definitivamente los echaría al Atlántico abierto, donde el mar, el viento, la inanición o los tiburones pueden completar la tarea por mí. Y guardaría mis cañones y mis hombres, para los malditos ingleses y franceses, que no tardarán en llegar. —

Volvió a mirar hacia arriba en dirección a la cofa y a Coise, pensó en las provisiones que tenían, la distancia que había que recorrer, los prisioneros y el botín de abordo. Debían salir de allí rápido, o el horizonte de las Antillas sería una de las ultimas cosas que verían.

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