Fragmento N°153

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Greg sabía por dentro que no importaba qué decisión tomase Hein, a partir de ese momento todo se trataría de improvisar y abrirse paso para escapar.

Asomando su cabeza por sobre una de las mamparas de madera que subdividían los corrales, pudo ver como Hein y sus hombres se encontraban atrincherados en el otro extremo, junto al bebedero que ocultaba el pasadizo de salida que conducía al túnel. Greg observó con curiosidad, Hein estaba fuera de sí, gritaba a uno de sus hombres:—¡Lo aniquilaré con mis propias manos!¡Juro que lo haré!.— mientras el holandés tomaba uno de los mosquetes de sus hombres y disparaba hacia ellos.

Greg tomó otra de sus pistolas y respondió el fuego de su enemigo.

Favre consultó:—¿Le dio?—

Greg respondió fríamente:—No.—

Se dirigió a Umbukeli diciendo:—Recarga cada vez que disparo.— y le entregó su pistola desarmada para tomar otra. Desde el otro extremo otro de los marinos abrió fuego y Greg volvió a responder descargando la otra pistola.

—¿Ahora?—Dijo Favre ansioso.

Greg lo miró fijamente:—Es imposible atinarle desde aquí Antoine, no me preocupa darles, mantengo la base de fuego para que se queden allí, donde están.—

Mientras intercambiaban palabras, Umbukeli le entrego una nueva pistola cargada a Greg y tomó la usada para recargar.

Pensativo, Gregor dijo:—Creo que ese maldito no sabe por dónde hemos ingresado.— Favre recostó suavemente a Edahi y se colocó junto a Greg para espiar con él. Al asomarse, pudo ver cómo los holandeses se encontraban en un extremo del recinto, pero no protegían ni cubrían el bebedero.

Favre dijo:—Efectivamente, parece no interesarles cubrir esa salida.—

Otro disparo impactó sobre el borde de la mampara y desprendió algunas astillas a pocas pulgadas del rostro de Greg, este devolvió el fuego y luego dijo:—Pero sin embargo están aquí, …saben que hemos ingresado por el establo, pero desconocen cuál es la entrada.—

Favre intentó decir algo, pero el ruido proveniente de afuera lo interrumpió. Desde el exterior comenzó a oírse como los miembros de la guarnición se agrupaban, y se preparaban para incursionar en el edificio.

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