Lee la historia completa desde el Fragmento N°1
Al oír la explosión, Mnyma se detuvo un instante y quedó observando hacia la entrada del túnel. Segundos más tarde pudo oír algunos gritos y logró distinguir la voz de Greg.
Giró su cuerpo y volvió a observar al extraño con su tórax cubierto de vendas que se encontraba recostado sobre la pared, no pudo evitar sentir que su rostro le era familiar.
Un chasquido a sus espaldas hizo que su cuerpo se tensara en alerta máxima, acelerando su respiración, volteó para enfrentar el peligro, sosteniendo la pistola que Gregor le había entregado. En plena oscuridad no distinguió la figura que había descendido por el túnel proveniente del establo, por lo cual dudó en disparar. El extraño se aproximó en dirección a él, y Mnyma percibió como una sensación de terror escalaba por su espalda, inmobilizandolo, impidiéndole tomar una decisión. El extraño se aproximó tanto que Mnyma pudo ver con claridad su rostro, y una sensación de alivio invadió su cuerpo al reconocer a Umbukeli, provocándole lágrimas de emoción.
El pequeño, animado, avanzó en dirección a Umbukeli abrazándolo, rodeando su cintura con sus pequeños brazos delgados, con la pistola encendida aún en su mano. Umbukeli, extrañado de encontrar al joven allí, acarició su cabeza lentamente y luego se inclinó para tomarlo por los hombros en un gesto paternal, el somalí sonrió mirándolo fijamente, y al percibir que el cuerpo de Mnyma se relajaba volvió a erguirse.
Rápidamente Umbukeli recogió a Edahi y lo cargó en sus espaldas, fue allí cuando Mnyma se percató que se trataba del nativo miembro de la tripulación de Greg.
Umbukeli tomó por la mano a Mnyma y tiró de esta para indicarle que debían salir del túnel. Mnyma, no comprendiendo al somalí, dijo: —¡Espera!, Greg nos necesita, es por allí. — señalando el extremo opuesto por el cual Umbukeli había emergido.
El somalí insistió pero Mnyma se resistió: —¡Cobarde!¡Debemos ayudarles!—
Finalmente, Umbukeli soltó su mano, desistió y giró para comenzar a correr con el cuerpo de Edahi a cuestas. En un instante desapareció en la oscuridad, esperando llegar al bote, dejar a Edahi, y volver por Mnyma.