Lee la historia completa desde el Fragmento N°1
El casco de El Retiro cortaba el agua a su paso, se estaban alejando rápidamente de la bahía, bordeando el lado este de la isla.
Arthur se encontraba en el alcázar, estaba de espaldas, observando hacia la popa, sostenía el catalejo en dirección a la bahía. Observaba la figura del galeón holandés, por algún extraño motivo que desconocía la nave no los estaba persiguiendo. Se encontraba allí, había logrado desprenderse de los restos del bauprés destrozado, pero se mantenía repostando en la cercanía de la costa.
Arthur Digby giró y volvió a posar su mirada al frente, se dirigió al extremo opuesto del alcázar para observar hacia la proa. Elizabeth se encontraba junto a él, Arthur dijo:—Parece ser que tal vez tengamos un poco de suerte.—
Observando hacia la retaguardia, Elizabeth mantuvo su vista sobre la silueta lejana de El Mercurio diciendo:—Esos marinos han estando en combate más veces de las que puedo recordar, si están aún allí debe ser por algún motivo, sugiero que no nos quedemos a averiguarlo.—
Arthur asintió y volvió a alzar su catalejo con el brazo sano, esta vez observando el frente. Pudo distinguir con claridad el pequeño bote que se acercaba, y la figura de Favre y Umbukeli remando mientras Gregor se encontraba en la parte trasera. Arthur ,sonriendo, dijo:—¡Lo han logrado, veo a Edahi!—
Elizabeth giró abruptamente y se dirigió al frente del alcázar, trató de disimular su interés pero al pronunciar sus palabras fue evidente:—¿Están bien?¿Gregor se encuentra con ellos?—
El bote se encontraba lo suficientemente cerca para divisarlo, pero no era posible distinguir aun las figuras en él.
Arthur aguardó silencio un instante.
Elizabeth insistió:—¿Qué ocurre?—
La sonrisa se había borrado de su rostro, sosteniendo el catalejo, Arthur respondió:—Algo no va bien, desde aquí identifico a Favre, Umbukeli, Mnyma, Greg y Edahi. Pero no logro divisar a Hicks en el bote.—
Ambos permanecieron en silencio, evitaron decir lo que sus mentes comenzaban a conjeturar, y se dirigieron a la cubierta, aguardando que Gregor y los demás subieran a bordo.