Fragmento N°209

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Greg consultó: —¿Qué ocurre Antoine?—

Favre algo confundido, respondió:—Es Edahi capitán, ha despertado. Fausto me pidió que viniese por usted.—

Gregor volvió a girar para dirigirse a Elizabeth:—Debo ir a verlo, regresaré en breve.—

Ella asintió sin decir una sola palabra, su rostro aún se encontraba marcado por la angustia, y pudo notar como Favre se percató de ello. El galo, ingenuamente preguntó:—¿Se encuentra bien Srta Hein?—

Elizabeth trató de forzar su voz para que sonara natural diciendo:—Nada de que preocuparse, afectada por las circunstancias pero ya me repondré.— y esbozó una breve sonrisa sobre su rostro.

Al oír el estruendo de la puerta estallar luego del impacto de Favre, Mnyma pareció interrumpir su sueño y comenzó a balbucear mientras se acurrucaba en la litera. Rápidamente Elizabeth dijo:—Me quedaré con el niño en caso de que despierte.—

Gregor hizo un gesto de afirmación y volteó para salir del habitáculo. Detrás de él, Favre siguió sus pasos y cerró la puerta del camarote.

Al quedar junto a Mnyma, Eliabeth oyó los pasos de Gregor alejarse por el corredor junto a Favre. Cuando el sonido desapareció, trato de enfocarse y recuperar la compostura, su cabello estaba arremolinado y sus ojos irritados. Frotó su cara con las mangas para recuperar la lucidez y comenzó a recogerse el pelo. Al acomodar su cabello rozó con su mano el prendedor, y recorrió con sus dedos la silueta del objeto. Lo extrajo para observarlo con detenimiento, y quedó allí, mirándolo fijamente.

Mientras lo giraba sutilmente con su mano para obtener una vista completa de todos los lados, su mente comenzó a viajar en el tiempo. El pequeño broche de metal era de un diseño simple, de color cobrizo, compuesto por varios círculos y líneas superpuestos que formaban un patrón irregular y enmarañado. Con un movimiento liberó el punzón y recorrió con su dedo índice la textura del cifrado que estaba grabado sobre esa sección del broche.

Mientras apreciaba la textura de la llave, su mente recorría numerosos fragmentos de su pasado, atormentándola y fragmentándola por dentro.

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