Fragmento N°22

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Greg calculaba velozmente sus posibilidades, continuaba trazando con su mano los relieves de una huella imaginaria sobre el suelo, pero sabía que los nativos que los acechaban entre la espesura no tardarían en percatarse que en realidad los tres hombres estaban planeando cómo salir del aprieto.

—¿Qué ves sobre mis hombros Edahi? — consultó sutilmente Greg.

Edahi simuló levantar la vista para evaluar la posición del sol, y utilizó la maniobra para observar por sobre los hombros de Greg. Respondió: —Dos hombres, ambos agazapados debajo del arbusto de espinas. —

 Greg pareció no escuchar, prosiguió con voz tenue: —Aquí es donde te espera tu presa amigo.— haciendo una señal imperceptible para que Umbukeli observase el suelo.

Mientras la escena había transcurrido, Greg disimuladamente había despejado una pequeña parcela del lecho de la jungla para dibujar en la tierra húmeda tres puntos que indicaban la ubicación de ellos. Detrás del punto que representaba él, había esbozado un árbol y a su lado dos cruces simbolizando los salvajes qué Edahi había identificado.

Detrás de los puntos que representaban a Edahi y Umbukeli, había tres cruces adicionales, dos sobre el extremo derecho, que estaban prácticamente juntas, y a mayor distancia sobre la izquierda, una cruz adicional. Finalmente, Greg había trazado el camino que venían recorriendo para que sus compañeros tuviesen mayor referencia de la ubicación.

Sonrió y repitió: —Aquí es donde te espera viejo amigo. — y con un su dedo índice hizo un círculo sobre la cruz solitaria de la izquierda.

Estaba decidido, no había necesidad de intercambiar palabras.

Finalmente, Greg dijo: —A mi señal, y roguemos que los bastardos sean solo cuatro. — Con un gesto fino y elegante sobre su cintura, rozó la culata de una de sus pistolas, como si necesitase cerciorarse que aún estaba allí. Respiró profundo, y sintió la adrenalina fluir por sus venas al olfatear el suave aroma de la mecha lenta aún ardiendo.

De un salto se puso de pie, tomando una de sus pistolas en el mismo movimiento, apuntó a la derecha, a una silueta oculta en la maleza, y disparó.

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