Fragmento N°227

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El galo estaba en lo correcto. Si la situación se complicaba, la idea de Gregor podría salvarlos, o al menos equilibrar las fuerzas. Pero si no funcionaba, los dejaría en una situación muy vulnerable, con un suministro de pólvora limitado. Greg dijo:—Solo será necesario en una situación de vida o muerte Antoine.—⠀

Favre, en voz baja pero audible musitó:—Las últimas semanas han sido de vida o muerte.—⠀

Greg entregó el catalejo a Arthur diciendo:—Ya vendrán tiempos mejores amigo, no nos sirve de nada fastidiarnos.— y se asomó por la barandilla para observar el mar. ⠀

Si bien estaba atardeciendo y el sol comenzaba a inclinarse hacia el horizonte, podía ver con claridad las formas borrosas de los corales más allá de la superficie. Los rayos de luz penetraban el azul verdoso del agua poco profunda que rodeaba el cayo, reflejándose contra el arrecife que se encontraba debajo, generando una imagen difusa del fondo. Gregor permaneció algunos segundos observando el oleaje sobre la proa de El Retiro, en poco tiempo pudo percatarse como el fondo iba cambiando de color, haciéndose cada vez más nítido y visible.⠀

Dirigiéndose a Arthur y Favre dijo:— Estamos aproximándonos, nuestro calado estará al limite en breve, veremos que tan bien se las ingenian para sortear los arrecifes nuestros amigos holandeses y su robusto galeón.—⠀

Arthur asintió diciendo:—Subiré las cartas de navegación para tenerlas disponibles todo el tiempo mientras atravesamos el cayo capitán.—⠀

Gregor comentó:—Servirá, pero no será suficiente, no podemos confiar en esos pergaminos. Deberemos validar por nuestra cuenta la profundidad en todo momento. Si llegáramos a encallar, sería nuestra sentencia de muerte—⠀

El timonel giró hacia estribor, y el casco de El Retiro comenzó a rodear el primer islote. A simple vista Gregor pudo ver la cadena de islas que le seguían, y se sintió esperanzado, serían un blanco difícil en la noche, navegando a través de los islotes y arrecifes.⠀

Arthur interrumpió la observación de Greg para decir:—Haré una última ronda para ver que todos los hombres se encuentren en su posición.—⠀

Posando una mano sobre el hombro sano de Arthur, Greg consultó:—¿Cómo se encuentra tu otro brazo? puede que necesitemos cada hombre si nos abordan.—⠀

Desde que Gregor había regresado a la nave, Arthur había dejado de usar el cabestrillo. Arthur respondió:—No está como antes, pero se mueve, ya habrá tiempo para que sane.—⠀

Sonriendo Greg dijo:—Esperemos que no sea necesario postergar tu recuperación.— y liberó el hombro de Arthur para que ese girase y comenzara a bajar las escalinatas.⠀

Mientras Arthur descendía los primeros escalones del alcázar para dirigirse a la cubierta, Greg alzó la voz para decir:—Una cosa más Arthur.—⠀

El joven cabo giró y dijo:—Diga capitán.—⠀

Esta vez sin sonreír, Gregor dijo:—Recuérdales a todos, a partir de ahora nada de luces y, nada de charlas.—⠀

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