Lee la historia completa desde el Fragmento N°1
Una leve brisa se colaba entre las gavias, generando un suave golpeteo cada vez que las velas se inflaban y tensaban. Hacía unas dos horas había anochecido, pero la oscuridad no les brindó ningún respiro, un clima tenso cubría todo El Retiro. Desde que lograron sobrepasar el primer islote, Gregor y los suyos se habían adentrado cada vez más en el cayo, atravesando una decena de pequeñas islas. Algunas eran apenas bancos de arena que habían emergido a la superficie con el pasar del tiempo, despojados de vegetación o decorados con apenas con unos pocos arbustos.⠀
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La parte interna del cayo se caracterizaba por su poca profundidad, motivo por el cual era extremadamente peligrosa. Un banco de arena superficial, sin ningún tipo de vegetación, era apenas visible en una noche cubierta de nubes. Y aún así, el solo hecho de divisarlo, no les garantizaba tener el tiempo suficiente para lograr maniobrar y evadirlo. Fue por este motivo que Greg decidió estar en el alcázar en todo momento, con sus cartas de navegación desplegadas sobre la mesa, inspeccionando la trayectoria que llevaban constantemente.⠀
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Junto a él, se encontraba Favre, ambos discutían sobre los comentarios y anotaciones que yacían en esos imprecisos mapas, tratando de tomar la mejor decisión sobre la marcha. Greg había colocado una lámpara sobre la mesa para lograr ver con claridad las marcas en cada pergamino. Para evitar que la luz sea percibida desde la distancia, habían improvisado una rudimentaria carpa utilizando trozos de lona para contener la luminosidad que irradiaba la llama.⠀
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Favre habló:—Si logramos sobrevivir a esto, yo mismo me encargaré de dispararle al maldito que confeccionó este mapa.—⠀
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Greg replicó en voz baja sin darle importancia al comentario del galo:—Peor sería no tener este viejo trozo de papel con nosotros mi amigo.—⠀
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En algún punto ambos sabían que las cartas que estaban leyendo eran imprecisas, y que tarde o temprano necesitarían una cuota de suerte. Pero Greg comprendía que la suerte no suele llegar ni cuando uno la necesita, ni en la forma o cantidad que ellos pretendían, deberían hacer lo posible para no depender de ella. El problema principal que afrontaban es lo impreciso del mapa que estaban interpretando, en gran medida causado por el comportamiento cambiante de la zona que estaban navegando. Las aguas poco profundas eran propensas a generar nuevas formaciones de arena, que luego podían desaparecer y volver a formarse en una nueva desembocadura. Solo tenían garantías de que las formaciones de tamaño considerable que figuraban anotadas en el mapa, realmente estarían allí cuando arribasen.⠀
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Finalmente Gregor volvió a hablar diciendo:—Esperemos que el viejo Hein no disponga de una documentación tan precisa como la nuestra.—⠀
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Favre sonrió diciendo:—Mejor aún, esperemos que tenga el mismo endemoniado mapa que nosotros.—⠀