Lee la historia completa desde el Fragmento N°1
Se habían lanzado a toda velocidad en una carrera por sus vidas hacia la costa. Greg conocía el método, los salvajes enviarían a sus corredores más ágiles a que les dieran caza, los acecharían durante todo el trayecto, forzándolos a mantener el ritmo y exigiéndolos al máximo. Cuando estuviesen agotados, aguardarían al resto de su tribu, y acabarían con ellos superándolos en número de uno a diez.
—¡Edahi!— exclamó forzadamente entre la respiración espasmódica que generaba su cuerpo.
—¡Adelántate, y advierte a Nock en la costa!—
Sin emitir sonido, el nativo aceleró el paso, y se perdió entre la maleza delante de ellos. Greg sabía que Edahi llegaría antes que ellos a la costa, y eso marcaría la diferencia. Y si ellos no llegaban a tiempo, Edahi avisaría a Nock, y este junto con sus hombres se internarían en la selva a rescatarlos, si es que los nativos no los despellejaban primero.
Greg quedó a solas con Umbukeli, empapados de sudor en la inmensidad de la jungla, corriendo a través de caminos estrechos entre la maleza, sintiendo el ardor intenso de sus músculos forzados al límite. Detrás de ellos, un hormiguero de guerreros salvajes.
Greg sintió un escalofrío en su espina, al oír los pasos acelerados de los pies descalzos de algún guerrero emerger entre los arbustos a su derecha. Los oía claramente, percibía el ritmo de sus piernas, estaban tan cerca, y ellos tan lejos.
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En la costa, Nock se sentía orgulloso, sus cuadrillas estaban completando de manera acelerada las tareas que les habían sido asignadas. Ya casi habían finalizado de recolectar agua, solo restaba subir una viga de madera a los botes.
Se sintió avergonzado por jamás haberle dirigido la palabra a la Srta Hein a lo largo de todo el día, la muchacha había trabajado de sol a sol, sin quejarse.
Enfiló hacia uno de los botes donde Elizabeth Hein se encontraba finalizando uno de sus amarres, para entablar conversación con ella. Caminaba hacia el bote, cuando los alaridos que emergieron de la periferia de la jungla lo hicieron sobresaltar, y el disparo de un mosquete cercano le indicó que algo no andaba bien.