Fragmento N°292

El Llamado del Ocaso

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Durante algunos minutos, el galo continuó explicando con más detalle los puntos críticos del plan. Según su estimaciones, necesitarían al menos unas tres semanas, tal vez más, para dejar El Retiro en condiciones navegables y emprender el viaje de viaje hacia al norte. Si bien se habían reaprovisionado en Tortuga antes de la batalla, durante el ataque se habían perdido algunas provisiones. Por otro lado, durante las semanas que restaban en la playa a la espera de poner a punto la nave, seguro se consumirían varias raciones más.⠀

Es por ello que se verían obligados a adentrarse en el bosque e islas aledañas en busca de comida y agua, tratando de auto sustentarse y consumir lo menos posible las actuales raciones.⠀
El galo era consciente que si no hubiese sido por los daños del ataque, las raciones cubrirían ampliamente sus necesidades, ya que las bocas por alimentar eran considerablemente menores a las de la tripulación inicial. Pero si no compensaban sus necesidades, podrían comprometer el resto de su viaje.⠀

La idea de separar al grupo para buscar comida no le agradaba, aún convivían con el fantasma de que en algún momento repentino los holandeses podrían intentar retomar el control de la situación. Y a eso se le sumaba el antecedente reciente, cuando perdieron a varios hombres, entre ellos Nock y Coise, tratando de capturar comida y recolectar agua.⠀

—Esta vez tomaremos algunos recaudos.— entonó Favre.⠀

—A diferencia de la anterior ocasión, ahora sabemos que estaremos mucho tiempo en esta playa, y no podemos permitir que se nos tome por sorpresa nuevamente.— continuó.⠀

—Esta mañana ordené retirar las culebrinas que aún se encuentran en estado operativo, así como todos los falconetes. Montaremos una empalizada y algunas posiciones defensivas donde colocaremos los cañones rodeando las tiendas y el resto del campamento.—⠀

Al hacer una breve pausa, Edahi aprovechó para proseguir:— Debemos mantener rondas de guardia para evitar ser sorprendidos, eso a su vez mantendrá la mente de los hombres ocupada.—⠀
Antoine interrumpió diciendo:—Hay otra cuestión que debemos atender en relación a la seguridad de todos. Si bien yo me encuentro al mendo por mi rango, los hombres deben votar un nuevo capitán. Es vital para la moral que una vez que nos hagamos a la mar nuevamente, ellos se sientan liderados por alguien al que han elegido.—⠀

Arthur asintió:—Ya habrá tiempo para ello una vez que tengamos el campamento resguardado.—⠀

A medida que la conversación avanzaba, Elizabeth pudo percibir como el plan relajaba la tensión de todos los que rodeaban la mesa. Para sí misma también era un alivio al notar que por primera vez en mucho tiempo, hubiese alguna certidumbre. Momentáneamente todas sus intrigas y temores quedaron sepultados en su interior, esta nueva energía la animó a hablar:—¿Y una vez en Jamestown?—⠀

La pregunta tomó por sorpresa a todos, desde el comienzo de la conversación ella se había mostrado algo retraída.⠀

—Buen punto, allí se disparan muchas opciones, tal vez podemos prestar servicio a la corona si requieren de una nave en condiciones, o contrabandear algunos artículos para juntar algo de dinero mientras las cosas se calman.— respondió Favre.⠀

Animada, ella concluyó:—Lo bueno es que tenemos cuanto menos tres semanas para pensarlo.—

Procesando…
¡Lo lograste! Ya estás en la lista.

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