Fragmento N°63

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Los cañones de cuarenta libras tenían un alcance efectivo de unos dos mil pies, aunque el alcance máximo podía llegar a ser el triple.

La prueba consistía en botar los barriles que se encontraban pintados de diferentes colores para señalizar las diferentes distancias que afrontarían a lo largo del ejercicio.

Una vez botado los barriles, la primera batería abría fuego, intentando dar en el blanco, si fallaba, proseguía la segunda, y así sucesivamente hasta que el blanco fuese destruido.

Una vez que la cuadrilla disparaba, el cabo del grupo monitoreaba el tiempo de recarga y lo anotaba en un pedazo de papel en su bolsillo.

Un grupo entrenado podía recargar un cañón en no más de cuatro minutos, sosteniendo dicho ritmo durante varias horas. Hacerlo más rápido implicaría un desgaste en la cuadrilla, que provocaría accidentes o errores.

El primer barril fue botado, era de color amarillo, indicaba que la distancia era 1600 pies. Cayó al agua torpemente y comenzó a boyar con el oleaje que dejaba la estela de El Retiro al avanzar. A medida de la nave avanzaba, el barril se fue haciendo pequeño, y al quedar atrás la estela de agua provocada por el barco, quedó flotando armoniosamente en la calma del mar abierto. Otro barril fue lanzado detrás del primero, y al poco tiempo otro, y así sucesivamente hasta que se conformó una fila de unos cuantos barriles separados por algunos pies de distancia.

Favre llevó su silbato a la boca, y con un agudo pitido dio la señal de inicio.

La primera batería abrió fuego en dirección al barril más lejano. La nave se estremeció por completo, y un latigazo seco se generó cuándo el cañón reculó y los palanquines se tensaron al máximo para soportar la fuerza del retroceso.

El barril fue impactado en un extremo, volando la tapa superior del mismo, desapareciendo en una nube de astillas.

Greg sonrió, le agradaba ver que sus hombres trabajan y se esforzaban. Pero giró para ver a la cuadrilla de Elizabeth, la mujer iba pasando por los diferentes marineros de su grupo dándole indicaciones, y se asombró al ver que había designado como cabo al joven marinero Arthur.

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