Lee la historia completa desde el Fragmento N°1
La escena era tragicómica, parecía un remate de un mercado de esclavos de Zanzíbar. Pero eran algunos de los detalles los que transmitían esa sombría imagen. Once de los doce prisioneros se encontraban en la cubierta, con sus grilletes en los pies, recostados sobre la barandilla a la sombra de la vela del palo mayor, repostando plácidamente. Tal como Greg había indicado, todos habían recibido su desayuno y habían sido llevados allí para de tanto en tanto ser enviados al alcázar, donde Greg y sus oficiales los entrevistaban de a uno en uno.
Greg y su tripulación habían navegado bajo bandera inglesa mientras su padre había sido capitán. Si bien eran corsarios, todos habían formado parte de la armada regular de alguna nación, conocían los usos y costumbres de la guerra, y de la diplomacia. Pero los prisioneros no tenían esa impresión, Greg imaginó que sus rehenes debían esperar de él y sus hombres las más terribles penurias, seguramente habían oído historias de piratas que enlazaban los pies de sus prisioneros y los dejaban caer como lastres por la popa, para luego ver como los tiburones eran atraídos por los intentos de la víctima de salir a flote, mientras el barco avanzaba dejando detrás de si una estela de espuma y al pobre mal aventurado que había sido designado para ser la atracción de la tarde, o el almuerzo de los escualos, sino eran ambas.
Para sus adentros pensó: “Quienes hayan oído de El Retiro y su capitán, sabrán que lo único que ansiamos, está en sus bolsillos. O en la información que puedan brindarnos”
Pero satisfecho elaboró otra hipótesis: “Nunca está de más una cuota de teatralidad, para sostener el miedo en las almas de los hombres. Además, las palabras fluyen más rápido cuando uno siente que su vida depende de ello.”
Así las cosas, decidió sostener esa imagen de pirata sanguinario por unos minutos más, fue por ese motivo que decidió mantener los grilletes. También le pidió al contramaestre Favre que agregara algunos detalles al montaje de la escena. Todo estaba listo para el primer interrogatorio…