Fragmento N°13

Lee la historia completa desde el Fragmento N°1

Se sentía maldecido, como si los dioses del mar desearan acabar con su vida, mediante una forma compleja que involucraba la sucesión de hechos que se estaban desencadenando.


Interrogaron a Du Toit durante varios minutos más, pero fue inútil, el sujeto no tenía una pizca de información relevante. Al parecer Piet Hein le confiaba tareas menores a su secretario, como la administración de víveres y provisiones, su guardarropas y la preparación de su desayuno. Y aunque el Sr Du Toit canalizaba la correspondencia de Hein, este utilizaba algún tipo de cifrado, que hacía irrelevante indagar al respecto ya que su secretario desconocía la clave y sus referencias.


Greg hizo llamar a Edahi, pidió que retiraran a Du Toit y convocó uno a uno al resto de los prisioneros. No hubo nada memorable en el resto de los polizones, había un cocinero, el cual Greg validó su historia ya que notó las marcas y cicatrices en sus manos, producto de su oficio. Había algunos grumetes, con vestigios de la batalla que habían tenido con su tripulación durante el abordaje. Uno tenía el brazo toscamente vendado, se había hecho un torniquete donde una cortada de algún arma blanca lo había alcanzado casi a la altura del hombro, la herida no parecía profunda, pero Greg notó el color pálido, y un sutil aroma fétido.


Cuando pidió que se quitara el trozo de camisa que había usado para el vendaje, fue evidente que el grumete sufría gangrena. Hizo llamar a Fausto, el médico a bordo para que lo tratase, esperando que estuvieran a tiempo de salvar el brazo del pobre hombre.
La lista la completaban: un artillero de batería, un anciano contramaestre y una mujer esclava nativa a la cual Greg solicitó que fuese interrogada por Edahi. Finalmente, Greg hizo llamar a la Srta Hein, la había dejado para el final, como si no supusiese que hacer con ella, postergando lo inevitable.


Su figura emergió esbelta por el umbral del habitáculo, Greg la miró a los ojos, fijamente, algo en su interior había cambiado para siempre.

Deja un comentario

Descubre más desde El Llamado del Ocaso

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo